Pérdida de Peso
Quienes padecen lo que se considera obesidad mórbida tienen pocas opciones a la hora de perder peso cuando el tiempo es esencial. Muchos han ido rebotando de una dieta a otra durante la mayor parte de sus vidas sólo para encontrarse con un fracaso tras otro y una creciente sensación de desesperanza e impotencia.
Un concepto erróneo común cuando se trata de los obesos mórbidos es que se lo han hecho ellos mismos y que si no quisieran tener sobrepeso no lo tendrían. Aunque esto es bonito en teoría, no siempre es cierto en la práctica. Hay ciertas condiciones médicas que pueden hacer que una persona sea incapaz de controlar el peso que gana. También hay cuestiones ambientales que pueden afectar al peso de una persona. Es irónico que en muchos casos los alcohólicos y los drogadictos sean tratados y vistos con mayor compasión que alguien que es obeso.
La cirugía en sí misma es una operación importante y no es una opción que deba tomarse a la ligera y sin pensarlo mucho. La mayoría de las personas descubren que la cirugía de pérdida de peso implica un cambio importante en el estilo de vida antes y después, así como una forma totalmente nueva de comer que supone un compromiso para toda la vida.
Debido a los cambios en la vida que resultan de esta cirugía, se recomienda que quienes se sometan a ella tengan un IMC superior a 40. Esto significa que se recomienda para los hombres que tienen más de 100 libras de sobrepeso y las mujeres que tienen 80 o más libras de sobrepeso.
Debe sopesar cuidadosamente los beneficios y los riesgos de una cirugía como ésta antes de decidir que éste es el curso de acción que debe tomar. Los riesgos son grandes con esta cirugía y no deben pasarse por alto en la desesperación por deshacerse del peso que ha deseado durante tanto tiempo.
Las deficiencias nutricionales se producen en casi el 20% de las personas que se han sometido a este tipo de cirugía como resultado de la insuficiencia de nutrientes. Esto puede provocar osteoporosis y otras afecciones a medida que se envejece. Las complicaciones pueden derivarse de la propia cirugía.
Se pueden tener problemas de por vida al consumir demasiado o el tipo de alimentos equivocado, y hay algunos que logran sus objetivos sólo para descubrir que el peso vuelve a aparecer con el tiempo. Como con cualquier cosa en la vida, no hay garantías cuando se trata de la cirugía de pérdida de peso.
Para determinar si esta cirugía será beneficiosa para usted o no, puede hacerse las siguientes preguntas
¿Es mi peso un obstáculo importante para las actividades cotidianas?
¿Mi peso está causando otras condiciones secundarias que pueden ser perjudiciales para mi salud?
¿Es mi peso algo que honestamente siento que puedo controlar por mí mismo?
¿Puedo comprometerme con las consecuencias y el seguimiento de por vida que serán necesarios?
El problema de la mayoría de las personas que se ven en la necesidad de recurrir a la cirugía de pérdida de peso es que no pueden recuperar el control de su cuerpo. Las probabilidades de que un buen candidato a la cirugía de pérdida de peso pierda el peso por su propia cuenta son muy escasas, ya que lo más probable es que haya probado y fracasado todas las dietas de los libros.
Sólo usted puede determinar si la cirugía de pérdida de peso es una opción viable para sus necesidades de pérdida de peso. Si decide que es algo sobre lo que está interesado en saber más, asegúrese de discutir las posibles consecuencias a fondo con su médico.
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